Dalma González, logopeda neonatal, comparte en las III Jornadas de la Anquiloglosia por Frelac y LactApp


La logopeda neonatal Dalma González participó en las III Jornadas de Anquiloglosia de Frelac y LactApp con una ponencia sobre función, complejidad y abordaje clínico integral.

Las III Jornadas de la Anquiloglosia, organizadas por Frelac y LactApp, reunieron los días 21 y 22 de noviembre en Madrid a profesionales de la lactancia, logopedia,fisioterapia, medicina y otras disciplinas vinculadas a la atención del bebé. Un encuentro que, edición tras edición, se consolida como uno de los espacios más relevantes en el ámbito iberoamericano para reflexionar sobre el frenillo lingual, su diagnóstico, su abordaje y los múltiples factores que influyen en la alimentación del lactante.

En esta edición, participó la fonoaudióloga y logopeda neonatal Dalma González, especialista en desafíos de alimentación en neonatos, prematuros y bebés con condiciones clínicas complejas. Su comunicación, titulada “No es solo la lengua: una mirada funcional de la alimentación de bebés en situaciones de complejidad”, ofreció una perspectiva amplia, rigurosa y profundamente necesaria sobre cómo comprender la anquiloglosia desde un marco funcional y no reduccionista.


La anquiloglosia: por qué necesitamos miradas funcionales y no aisladas

En el contexto clínico actual, la anquiloglosia suele ser motivo de consulta recurrente por parte de familias y profesionales. Sin embargo, una de las principales aportaciones de Dalma González en estas jornadas fue recordar que la lengua es solo una pieza dentro de un sistema complejo, y que la anquiloglosia nunca debe mirarse de forma aislada.

Bajo este enfoque, cuestionó los abordajes que se centran exclusivamente en la estructura —el frenillo— sin considerar la funcionalidad del bebé y todos los elementos que la modulan. Esta perspectiva coincide con las tendencias internacionales actuales, que apelan a la integración de la neurociencia, el desarrollo motor, la regulación y la sensorialidad en la comprensión del comportamiento alimentario del lactante.


La alimentación: una función compleja que va más allá de la boca

Durante su ponencia, Dalma profundizó en una idea clave: la alimentación no es un acto simple, sino una función sofisticada que involucra múltiples sistemas en desarrollo.

Variables neurofisiológicas y contextuales

Tal como explicó, en la alimentación intervienen:

  • Neurodesarrollo: nivel de integración neurológica y maduración del sistema nervioso.
  • Regulación emocional y fisiológica: capacidad del bebé para mantenerse estable y disponible.
  • Tono muscular: ajustado, flexible y funcional.
  • Procesamiento sensorial: cómo el bebé recibe, modula e integra estímulos orales, táctiles y corporales.
  • Ambiente y contexto: postura, sostén, ritmo, estímulos, y la propia interacción cuidador-bebé.
  • Historia familiar y cultura: prácticas, expectativas y experiencias previas.
  • Desarrollo motor global: control cefálico, estabilidad proximal, organización corporal.
  • Crecimiento y estado nutricional.

Este enfoque integral refuerza que ninguna estructura anatómica puede determinar por sí sola la calidad de la alimentación, y mucho menos en neonatos o bebés con desafíos clínicos.


La valoración logopédica neonatal: una pieza central en la clínica actual

Una gran parte de la comunicación estuvo dedicada a explicar cómo el logopeda neonatal no se centra únicamente en la succión, sino en la funcionalidad global del bebé. Dalma describió la valoración logopédica como un proceso minucioso, que integra variables observacionales, fisiológicas, motoras y relacionales.

Qué observa un logopeda neonatal

Según detalló, la valoración incluye:

  • Estado de alerta y regulación del bebé.
  • Disponibilidad para alimentarse y signos de estrés.
  • Neurodesarrollo y antecedentes clínicos.
  • Señales de hambre y saciedad.
  • Crecimiento y evolución ponderal.
  • Confort y estabilidad fisiológica.
  • Dinámica de la diada bebé-cuidador.
  • Observación oral y corporal: movilidad lingual, sellado, tono, postura, coordinación.

Desde esta mirada, el objetivo no es solo “que coma”, sino garantizar que lo haga con seguridad, eficacia y confort, los tres pilares funcionales de la intervención logopédica.


Función vs estructura: un cambio necesario en el abordaje de la anquiloglosia

Dalma señaló que, en muchos entornos clínicos, todavía persiste una visión centrada en la estructura anatómica. Sin embargo, para comprender verdaderamente el comportamiento alimentario del bebé, es necesario diferenciar entre función y estructura.

  • Estructura: hace referencia a la forma, longitud o inserción del frenillo.
  • Función: se refiere a cómo se organiza el bebé para alimentarse, cómo integra su sensorimotricidad, cómo se regula y cómo responde durante la succión o el amamantamiento.

Aunque la estructura puede influir en la función, no existe una relación lineal. Y en los bebés con antecedentes de prematuridad, desafíos motrices, condiciones clínicas o experiencias tempranas adversas, la función puede estar comprometida aunque la estructura sea normal, o viceversa.

Desde esta perspectiva, la anquiloglosia debe abordarse dentro de un modelo inter y transdisciplinario, especialmente cuando está asociada a:

  • Desórdenes de alimentación.
  • PFD (Pediatric Feeding Disorder).
  • ARFID.
  • Alteraciones del desarrollo.
  • Condiciones sensoriales y neuromotoras.

La alimentación en bebés con complejidad: prematuridad, sensorialidad y desafíos oro-motores

La AELNL ha defendido que el logopeda neonatal tiene un papel esencial en la atención de bebés prematuros, con inmadurez neurológica, disfunciones sensoriales o alteraciones oro-motoras. La intervención en estos casos no puede reducirse a un análisis del frenillo: requiere comprender el recorrido clínico del bebé y cómo ese recorrido condiciona cada experiencia alimentaria.

Dalma subrayó que la prematuridad, por ejemplo, introduce una serie de variables que afectan directamente a la alimentación:

  • Inmadurez neurológica.
  • Hipotonía o hipertonía.
  • Experiencias orales negativas por sondas o procedimientos invasivos.
  • Dificultades para la autorregulación.
  • Déficits en coordinación succión-deglución-respiración.

En estos escenarios, la función lingual se entiende dentro de un sistema más amplio, donde lo que se observa como “dificultad” suele ser la expresión de multicausalidad, no de una sola estructura alterada.


La aportación de la logopeda: rigor clínico, evidencia y mirada humanizada

La intervención de Dalma González no solo aportó contenido técnico, sino también un mensaje de fondo:

Para acompañar bien, necesitamos comprender la complejidad. Y para comprender la complejidad, necesitamos formación rigurosa, reflexión clínica y trabajo interdisciplinar.


Conclusión

Las III Jornadas de la Anquiloglosia han sido un recordatorio de que el campo de la lactancia y la alimentación infantil está en constante evolución. La mirada funcional presentada por Dalma González evidencia que abordar la anquiloglosia —y cualquier desafío en la alimentación— exige una valoración profunda, integrativa y centrada en el bebé y su contexto.

La AELNL refuerza su compromiso con una logopedia neonatal sólida, humana y actualizada, donde la función, la evidencia y la interdisciplina son la base del acompañamiento.


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